Cuando tenía 11 años, estudiando violín en INTEMPO, escuché una grabación de Hilary Hahn interpretando el Concierto para Violín de Sibelius. Antes de eso, no estaba muy dedicada a la música. Estaba más enfocada en la danza. Pero escuchar a Hahn capturar emoción y hacer que su audiencia sintiera algo, eso realmente me inspiró a poder tocar así también. Mi abuelo quería que tocara el charango para su cumpleaños número 80, por eso empecé a aprenderlo en INTEMPO cuando tenía seis años. Como soy peruana, el charango es parte de mi cultura. Es una base muy buena para el violín, aunque son instrumentos extremadamente diferentes que te desafían a expresar la música de formas distintas. Hace dos veranos participé en el Festival Nacional YOLA en California, lo cual fue increíble, especialmente conocer a Dudamel. El año pasado, toqué la Légende de Wieniawski con la Orquesta Lumos — mi primera vez como solista con orquesta. Estaba muy nerviosa, pero me gustó mucho. También hice una gira por Salzburgo, Viena y Praga con la Orquesta Juvenil de Norwalk. Recientemente, acababa de terminar la Symphonie Espagnole de Lalo, y mi profesor de violín en INTEMPO, Darwin Shen, me dejó elegir una pieza esta vez. Y dije que quería hacer el Sibelius. Desde entonces, he tenido altibajos con ella, pero me encanta. En diciembre, estrené el tercer movimiento en el recital de invierno de INTEMPO. Esa fue la primera pieza realmente difícil que toqué para un recital, sin mencionar el significado de ser la pieza que me hizo enamorarme del violín. Quiero interpretarla de nuevo una vez que la mejore.

Emily Soraluz, estudiante de INTEMPO desde hace 10 años y estudiante de secundaria en Stamford High School.